martes, 1 de agosto de 2006

AMAR, AUNQUE NOS CUESTE


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Qué fácil es amar al que ya no está. Uno deja de padecer sus malos humores, ya no le escucha decir inconveniencias ni hacer lo que no debe. Uno deja de preocuparse por no saber dónde está, porque no llega a casa, porque no come o porque no se abriga. Y encima, la memoria es selectiva y los malos momentos se van perdiendo en el limbo del tiempo, quedando solo las sonrisas y las caricias, las cartitas de amor, las fotos felices...
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Hoy por hoy, después de diez años, tengo que hacer un gran esfuerzo para recordar por qué discutía tanto con mi madre. Poco a poco fui olvidando su carácter posesivo y su intolerancia. La recuerdo siempre cocinando la comida que me gustaba o jugando con mi hija Lara (a Lucas no llegó a conocerlo).
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Tampoco recuerdo con facilidad las reiteradas traiciones de Joji ni los galones de lágrimas que derramé por él. Mis recuerdos se han ido reduciendo a las tardes en que cantábamos juntos, él con su guitarra y yo con mis caricias, o al aprendizaje mutuo del amor.
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De las disputas con Adri todavía me acuerdo, pero cada vez menos. Cuando la miro, veo en sus ojos a la madre de mis hijos, a una mina fuerte y hermosa que eligió amarme a pesar de los pesares.
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Algo similar podría decir de la (ahora) cebra enamorada. El destino ha puesto entre nosotros (siempre es más elegante echarle la culpa al destino) una pampa y una cordillera y, sin embargo, no pasa día sin que me acuerde de él. Claro, no los aspectos que me molestaban de él, sino todo lo contrario.
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Y así con todos.
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Es más fácil amar a los que ya no están, por alguna u otra razón.
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Para amar a los que están a nuestro lado, día a día, el esfuerzo es extraordinario. Todos tenemos la necesidad de marcar terreno, de pedir explicaciones, de reclamar atención, de hablar, de callar... y no siempre esas necesidades coinciden. Cuando yo necesito silencio, Víctor precisa contarme cómo le fue en el trabajo. Cuando yo llego con el deseo de abrazar a mi hija, ella lo único que quiere es ver el final del capítulo de "One Tree Hill". Mi hijito elige jugar al basquet en el patio justo cuando estoy trabajando y necesito silencio. Tengo un amigo que es autodestructivo y no escucha razones; otro que no se decide a quererse y a cuidarse; otro que no crece; otro que no habla... Y a veces quisiera poner en práctica los deseos incumplidos de Calígula: "Ojalá tuvieran todos un solo cuello, para poder cortárselo de un solo hachazo".
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Pero como los quiero, jamás lo haría. Sobre todo, porque para ellos ha de ser igual de arduo soportarme a mí, que no soy exactamente Mahatma Gandhi.
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Sin darme cuenta, esta mañana desperté con la certeza de que lo único que importa es privilegiar el amor por sobre todas las cosas. Es lo que más importa, aunque no sea lo único. Ya llegará el momento en que todas nuestras necesidades entren en comunión. Y si no sucede nunca, no hay que perder la esperanza.
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Después de todo, lo maravilloso de la convivencia es el hecho de que estamos vivos y no somos tan solo un recuerdo, una imagen retocada por el photoshop del sentimiento.
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Por hoy, nada más. Nos vemos mañana, un poco más alegres (tal vez).
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6 comentarios:

Anónimo dijo...

Si todos los habitantes del planeta tuvieramos excelente relación con todos los que nos rodean, sería una irrealidad, sería aburrido. Creo que uno se aferra a los buenos recuerdos (llamale memoria selectiva o lo que sea..) de los que ya no están fisicamente con uno, por una necesidad de seguir prolongando el amor que se les tuvo.
Hay un comentario que leí en tu flog sobre este tema de un tal rich@rd que me dejó tecleando.. ando medio pachucha estos días con los temas del corazón.
Seguí escribiendo. Es maravilloso saber que día a día voy a leer algo que me va a cautivar.
Besos.

Anónimo dijo...

Azeneth:
si todos somos seres individuales con necesidades diferentes pero lo hermoso de todo esto es encontrar a la persona que satisface esas necesidades de la mejor manera posible y que aburrido si todos necesitaramos lo mismo..
que tengas una excelente tarde...
besos desde México

bullet with butterfly wings dijo...

sabes? seriamente tengo que darte las gracias, tu pasaste por mi blog, asi que ya habrás visto que vivo añorando lo que no tengo, por que prefiero ignorar a veces las fallas, como tu dices que pasa con la distancia.
Por lo menos hoy, y gracias a tu post, me prometo amar ante todo, amar a quien está a mi lado, sin extrañar lo que pudo ser.
Gracias

Anónimo dijo...

Holas, como va?
me enckanta como escribis, siempre me hace reflexionar y mucho, besos!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

queria decirte en este espacio que lo del otro flog del dia del mega granizo que cayo en tu ciudad.. lo de la señora jajajajaja la señora que decia que era castigo divino.. "tanta bomba" jajajaj me hizo casi casi estar en la escena y ma la imagino y fue genial.. es tu manera de contar las cosas las que las hace especial.
Enserio que pasar por tu flog es algo que no puedo dejar de hacer todos los dias.
Que estes muy bien.
Besos
Azeneth

Anónimo dijo...

a ver, dedo en la llaga? jajaja
y bueno, uno tiende a recordar lo bueno, porque si recordara lo malo la vida seria un trago de vinagre diario, lo positivo es guardar lo lindo y lo bueno de alguien a quien alguna vez creiste el amor de tu vida, si total, uno no es tonto y sabe que llevo a que cada uno este donde este, no?
Lo bueno es , a veces, la distancia y volver pasos hacia atras y ver que la persona que elegiste sigue siendo en su esencia el mismo de ayer y renegociar ese contrato tacito todos los dias es un laburo de locos, pero cuando el tiempo pasa, te das cuenta de como crecio todo, y que hay cosas que ya no hace falta ni decirlas, definitivaente nunca coinciden los tiempos entre nuestra gente, lo valido es aprender de la diferencia, tolerar y aceptar al otro tal cual es y tratar al menos de respetar sus ideologias y personalidades siempre y cuando no sean `perjudiciales para la salud, no sos mahatma gandhi jajajaj sos una mahatma cita, ajjajaj te quiero con todo mi corazon Dieguis

Novelas de Carlos Ruiz Zafón