jueves, 22 de mayo de 2008

Don Mario


No te salves
Mario Benedetti

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

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Hoy solo quiero recordar al gran maestro que, por estos días, está atravesando una mala racha. Ruego por su salud, querido Mario. Todos sabemos que en esta oportunidad, por usted y no por mí, los cielos deberían escucharme.

A continuación y a modo de yapa, unos fragmentos de una de las mejores películas que he visto en mi vida, "El Lado Oscuro del Corazón", en donde brillaron los poemas de don Mario.











Y otra yapa...



martes, 20 de mayo de 2008

Día Internacional de Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual y por Identidad de Género



El pasado sábado 17 de mayo, con oportunidad de la celebración del "Día Internacional de Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual y por Identidad de Género", la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) organizó un asado en el local del Club de Osos de Buenos Aires. La reunión contó también con la presencia de la señora María José Lubertino, presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), y del señor Pedro Zerolo, representante del Gobierno Español y célebre activista por los derechos LGBT, de visita en nuestro país.

Se trató de una amena reunión de camaradería en la que se pudo disfrutar de buena carne y buen vino, como corresponde a nuestra tradición argentina. Tampoco faltó la guitarreada y mucho menos los discursos.

La señora Marcela Romero, presidenta de la Asociación de Travestis, Transexuales y Trangéneros Argentina (ATTTA), presentó el cortometraje documental "Identidad Trans", producido por la institución, dirigido por Andrés Rubiño y protagonizado por Patricia Rasmussen. El film da testimonio del día a día de una activista trans de la ciudad de Mar del Plata y de su lucha en defensa de sus derechos.

La licenciada Lubertino aprovechó la oportunidad para hacer entrega del Premio INADI, en manos de Pedro Zerolo, para que fuera entregado por éste al actual presidente del Estado Español, José Luis Rodríguez Zapatero, en reconocimiento por los logros alcanzados por su gobierno en beneficio de los derechos de las minorías. También anunció conjuntamente con María Rachid, presidenta de la FALGBT, la presentación durante esta semana de un proyecto de ley ante el Senado que impulsa el matrimonio de personas del mismo sexo.

Por su parte, Pedro Zerolo agradeció en nombre del gobierno español y expuso su opinión acerca de la realidad de la lucha por los derechos LGBT en el mundo. "No quiero dejar pasar la oportunidad de recordar" (dijo Zerolo), "que hoy celebramos un día muy importante: el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia. Un día de emociones encontradas, un día de recuerdos, un día de memoria, un día para recordar que estamos viviendo un momento que no debemos desaprovechar. Porque durante siglos quienes han sido como nosotros y como nosotras han sido segregados, apartados, discriminados, vilipendiados y estigmatizados, agredidos y condenados a muerte".

En el mismo sentido agregó: "Este es un día par recordar que la situación no es todavía la que quisiéramos que sea y que además no soplan buenos aires. En Europa se empieza a ver de nuevo la garra de la ultraderecha política y del integrismo religioso. En esa Europa a la que siempre hacemos referencia como el paraíso de las libertades, empiezan a escucharse discursos ultraconservadores, homófobos, machistas, racistas y xenófobos. Pero no por gente desconocida sino que esos discursos se escuchan en boca incluso de presidentes de república o gente de gobiernos de esa Europa que tenemos como referente".

Tampoco faltó en el discurso de Zerolo la mención de la cuestión local, en relación a lo cual fue claro y contundente: "Hoy que están nuestros presidentes y presidentas hablando, deberíamos recordarles desde abajo que Latinoamérica tiene muchísimo que decir. Creo que donde están pasando las mejores cosas en este momento en el mundo es en América Latina, donde mejor se están viendo los progresos de los movimientos sociales y de izquierda. Desde luego aquí se está viendo mucho más avance que en la vieja Europa. Por tanto, pasemos alguna vez del orgullo gay, del orgullo lésbico y del orgullo trans al orgullo latino". Y para que no quedaran dudas, recalcó: "Estamos llamados a hacer avanzadilla. Si España avanza, si Argentina avanza, marcaremos tendencia y desde luego Latinoamérica se convertirá en un referente mundial de que otro mundo es posible".

Certeras y transparentes las palabras de Zerolo, una personalidad que ha ido mucho más allá de los discursos y del que muchos de nuestros dirigentes deberían tomar ejemplo.


Esto es todo por ahora. Desde las callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires se despide Viktor Huije, un cronista de su realidad que gusta de soñar con que la posibilidad de un mundo mejor.

domingo, 11 de mayo de 2008

El Güije


Hablando de monstruos y de homofobia, cuando yo era (más) joven escuché una canción de Silvio Rodríguez (¡cuándo no!) que me marcó de por vida. Tanto que comencé a cantarla en todas mis presentaciones y se convirtió en algo así como mi caballito de batalla. Nunca fui un cantante famoso pero tuve algunos seguidores, los mismos que en medio de los recitales solían gritar “¡El güije! ¡El güije!”. De ese modo, poco a poco, el título de la canción comenzó a reemplazar a mi propio nombre hasta que yo mismo oficialicé ese nuevo bautismo y empecé a presentarme como Víktor Huije. La grafía que adopté responde solo a mi ignorancia sobre la manera en que el pueblo cubano se refería a este ser del cual hoy quiero hablarles.

El güije es un personaje mitológico que, en algunos lugares de la isla de Cuba, se ha vuelto popular a través de los mitos y las leyendas. Aunque, hoy en día, no falta aquel que asegura haberlo visto o haber sido víctima de sus trapisondas.

Dicen algunos que es un viejecito no muy alto y de raza negra. Otros aseguran que es un monstruo pequeño, con patas de chivo y cola de caimán, o peludo y con fuertes garras. También se lo ha descrito como un muchachito bajito y negro con ojos saltones. Y así, las descripciones físicas de este ser (que no se sabe si es uno sólo o si es que son varios) varían de acuerdo al narrador. Se dice que vive en la poza de algún río donde el agua nunca llega a desaparecer o en las lagunas, como cuenta la canción de Silvio.

Su comportamiento es muy similar al de un duende. Dicen que es pícaro y maldito, capaz de cualquier cosa. Corre más rápido que los caballos y salta las cercas de piedras de un solo salto. Capaz de desaparecer o aparecer en un cerrar y abrir de ojos.

Algunos solo afirman haberlo visto en algún lugar. Otros aseguran haberlo atrapado. Leí por ahí que una vez unos muchachos estaban jugando a la pelota en un sitio próximo a un cañaveral. Cuando ya el juego iba por la mitad, un muchachito negro se acercó a mirar y se lo invitó a participar del juego. El muchachito jugó largo rato, hasta que los otros muchachos le prestaron atención, le vieron ojos saltones y algo en la boca (tal vez colmillos) que no era natural. Hasta que uno de ellos dijo que era un güije y, acto seguido, el muchachito desapareció dentro del cañaveral. Lo buscaron, pero fue en vano, no se lo volvió a ver.

Este es solo un ejemplo de los cientos de cuentos que se cuentan y ninguno menciona el que este ser haya cometido alguna fechoría seria, algún verdadero daño a alguien. Sin embargo dicen, eso sí, que es capaz de cualquier cosa, pero no sabemos de nada malo que se le pueda atribuir. Se lo describe como un ser que no es humano y son muchos los testimonios que buscan infundir miedo y desconfianza a su presencia. Pero nadie lo conoce ni sabe de dónde viene realmente ni lo que busca. Quizás sea ese su delito, el de ser diferente, el de no encajar en la norma, el de pretender una existencia distinta a la del resto de los seres de la creación. Quizás sea por eso que todos los cuentos terminan en que se lo persigue. Quizás sea por eso que se esconde. Porque sabe muy bien que los “otros” suelen ponerse muy nerviosos frente a lo que no comprenden. Y todxs sabemos en qué pueden transformarse esos “nervios” tan llenos de odio, de ignorancia y de temor.

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Eso es todo por ahora. Desde las callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires se despide Víktor Huije, un cronista de su realidad que alguna vez supo cantarle a ese ser mitológico que (bien sabía) no era otro que él mismo.





Pero también les dejo una versión personal del "maestro" para que no se queden con una mala impresión de la canción, je.

sábado, 3 de mayo de 2008

Monstruos


A lo largo de la historia y aún en nuestros días, la homosexualidad ha sido considerada por muchxs como un pecado, una enfermedad e incluso como un delito. Basándose en prejuicios, fobias y odios de origen diverso, se fue pergeñando toda una mitología en la cual aquellas personas cuyo objeto de deseo son otras personas de su mismo sexo somos capaces de las más terribles abominaciones que un ser humano puede imaginar. Dentro de ese universo de patrañas, ocupan un sitial preferencial aquellas que nos convierten en compulsivos abusadores de menores. En ellas se fundan los "reparos" que nos impiden todavía adoptar hijos, por citar solo uno de los tantos ejemplos.

Días atrás, buscando material para el programa de radio en el cual participo, encontré en internet una discusión titulada "Trabajos que no le daria a un/una gay". La persona que iniciaba la discusión daba sus propias opciones. Copio y pego:

a) Docencia en general, desde jardin de infantes a Secundario inclusive. Universidad no tendria problemas, se supone que ya estas formado, y si no lo estas, jodete por gay.
b) Juez de familia. EVIDENTE.
c) PEDIATRA. GINECOLOGO Y OBSTETRA. Porque tenes que entender lo que es el amor y la familia, y eso no pasa con un gay. Un traumatologo no preocupa, por ejemplo, o un cirujano.

Indignante ¿verdad? Sobre todo si uno lee el desarrollo completo de la misma, en la cual abundan los comentarios homo-lesbo-transfóbicos con su habitual carga de ignorancia, petulancia, prejuicio y odio. Para ellxs, siempre fuimos, somos y seremos monstruos. Creo que huelgan los comentarios sobre lo que acabo de transcribir. Quienes duden de mis palabras o quienes busquen (por la razón que fuere) una úlcera de duodeno o una razón valedera para protagonizar su propio "día de furia" pueden entrar
AQUÍ. Claro que bajo vuestra exclusiva responsabilidad.

Curioso (y lamentable) que todavía exista gente que guarda esa visión de nosotrxs tan negativa y reñida con la realidad. Sobre todo si tenemos en cuenta los hechos que la prensa se ha encargado de poner a nuestro alcance con mayor o menor sensacionalismo. El último de ellos, el caso del ingeniero electricista austríaco Josef Fritzl.

Como todos sabrán, el susodicho caballero violaba a su hija Elisabeth desde que ella tenía 11 añitos y la mantuvo secuestrada en el sótano de su propia casa desde 1984. Durante su cautiverio, ella parió en condiciones infrahumanas siete hijos productos del incesto, uno de los cuales falleció a poco de nacer y fue incinerado por el viejo Fritzl en la caldera del su casa. De los seis hijos restantes, tres tuvieron la suerte de ser llorones, razón por la cual el monstruoso padre/abuelo decidió sacarlos del sótano y criarlos como nuevos miembros de la familia. Los tres más tranquilos fueron castigados con la reclusión y hoy apenas superan la condición de meros animales. El resto de la familia Fritzl, mientras tanto, está sorprendida y consternada porque nunca hubieran sospechado que el viejo patriarca fuera capaz de semejantes atrocidades. O al menos eso dicen. A riesgo de ser prejuicioso, a quien suscribe le resulta difícil creer que alguien pueda mantener esta situación durante 24 años sin que por lo menos su esposa (madre de la hija cautiva) intuyera la verdad.

No hace falta que ahonde más en la noticia que, desde hace una semana, ocupa las primeras planas de los periódicos de todo el mundo. Pero sí quisiera puntualizar un par cuestiones que se relacionan con el inicio de este artículo.

En primer lugar, me llamó la atención el modo en que algunos medios (particularmente duros a la hora de "juzgar" a la homosexualidad) se referían a Fritzl. La mayoría se refieren a él como "el abusador de Amstetten". Incluso no son pocos los que lo llaman simplemente "el carcelero". Sospechosa benevolencia para quien cometiera crímenes de semejante envergadura. ¿Es solo un "abusador"? Yo no soy letrado ni pretendo serlo, pero la palabra "abuso" me hace pensar en el tipo que le toca el culo a una mina y no en el padre que somete a su propia hija a violaciones sistemáticas durante años, con el agravante del secuestro, la incineración del recién nacido, etc., etc. Lo de "carcelero" no tiene gollete.

Por otra parte, se me dio por pensar que (mientras los que históricamente hemos sido incapaces de incorporar nociones tales como "amor", "familia" y "respeto" somos los gays, las lesbianas y las personas trans) este buen señor pertenece a la categoría heterosexual. Incluso es blanco, europeo y tal vez cristiano. Sin embargo, en ninguna crónica se han destacado estas particularidades. Eso nunca sucede. Y se me ocurre que, en estos casos, la omisión responde no tanto al hecho de que se las dé por sobreentendidas sino al deseo de ocultar lo vergonzante. La heterosexualidad de Fritzl y la de tanto perpetrador de crímenes sexuales caerá en el olvido y siempre seremos nosotrxs, lxs homosexuales y trans, lxs que carguemos con el estigma de la inmoralidad, la falta de valores, el pecado y el larguísmo etcétera que siempre nos ubica en las profundidades de la miseria humana.

"Todo depende del cristal con que se mira" decía el viejo Shakespeare. Pero los verdaderos monstruos son perfectamente visibles, más allá de las lentes con que intentemos ocultar sus iniquidades.

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Esto ha sido todo por hoy. Desde las callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires se despide Víktor Huije, un cronista de su realidad que siempre guarda en su corazón un lugarcito para la indignación.

Novelas de Carlos Ruiz Zafón