jueves, 4 de agosto de 2011

Esa Yegua




Miércoles 3 de agosto. Puerta del Registro Nacional de las Personas de Paseo Colón. Larga fila de gentes para tramitar el nuevo DNI. Un señor de mediana edad (unos 55 más o menos) se descompone y cae al suelo. Los que estaban cerca evitan que se golpee y el agente dee la cuadra llama al SAME. El pobre hombre recupera el conocimiento y lo sientan en el suelo contra la pared. Está mareado y pálido, pero no parece grave. Igualmente, el tiempo pasa y la ambulancia no llega. Nadie dice nada pero todos nos preguntamos por qué tarda tanto. Finalmente, llega después de 45 minutos de espera. El médico examina al paciente (más paciente por la tardanza que por el padecimiento) y se lo lleva en la ambulancia.

Otro señor de la fila comenta:

- 45 minutos. ¡Qué vergüenza!

Y la señora que estaba detrás de él derrapa sin pudores:

- ¿Y qué quiere CON ESA YEGUA? -en alusión a la presidente.

- Usted es una ignorante, señora. -la espeta otro señor- El SAME es un servicio de la Ciudad. En todo caso se lo debería reclamar al que seguro usted votó el domingo pasado...

La vieja se quedó callada y no dijo nada. Tal vez porque lo que era una vergüenza era haber votado a Macri.

Una chica de unos veintitantos y yo aplaudimos la respuesta del hombre. Los demás permanecieron en silencio.


Eso es todo por hoy. Desde las frías callecitas de la siempre misteriosa Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires se despide Víktor Huije, un cronista de su realidad que el 14 votará a CFK,, por primera vez en su vida convencido de su voto.

Novelas de Carlos Ruiz Zafón