(#CancionesDeCuarentena n° 36)
Yo aprendí a leer a los cuatro años, durante el verano del 66. Por razones organizativas, durante el receso de clases y después de las fiestas, la Emma (que trabajaba todo el día) me enviaba de "vacaciones" a casa de mis padrinos. También en las vacaciones de invierno. Los mejores recuerdos de mi niñez son de aquellas épocas.