lunes, 20 de noviembre de 2006

SI VAS PARA CHILE...

El tema de hoy surge como respuesta a dos posteos de visitantes.

Escribío Gustavo: "¡Cuántos recuerdos don Huije! Hace muchísimo tiempo que no hablo con mis amigos chilenos. A ver si recuerdo: los mojones, el pico, la chucha, la raja, la guata, la once, el paletó, el manjar, las sopaipillas, las callampas, la guagua... Hasta aquí llega mi memoria a esta hora. Pero hubo un tiempo en que yo la arrugaba. Chucha, huevón... ¿cachai?"

Habiendo leído tal seguidilla de términos locales para los trasandinos, su tocayo Guz exigió una traducción. Entonces me pareció divertido hablarles hoy de la jerga chilensis. Acá voy.

PICO: palabra que, estando en Chile, me trajo muchísimos problemas. Allá es una manera bastante soez (pero no por ello poco común) de decir "pene". Así que cada vez que alguien en la calle me preguntaba la hora y yo le respondía "deben ser las tres y pico", era como si les dijera que eran las tres y pija!!!!!

CHUCHA: tiene un significado semejante al que le damos en Argentina. O sea "concha" (variante poco elegante de "vagina"). Pero también aparece en expresiones populares tales como "sacarse la chucha", equiparables a "golpearse muy fuerte" o "trabajar muy duro" o "romperse el orto".

RAJA: Es un vocablo que refiere a la raya del culo. Pero también aparece en expresiones tales como "está la raja", empleada para denotar que algo es sumamente extraordinario.

GUATA: simplemente, panza. Nada que ver con la lana sintética con que se rellenan los abrigos.

TOMAR ONCE: he aquí una expresión que se las trae. Significa tomar una especie de merienda que, en Chile, se toma entre las 6 y las 8 de la tarde y que, en la mayoría de los casos que yo he visto, suplanta a la cena. Puede consistir en un simple té con galletitas o cualquier otro alimento. Una vez me invitaron a tomar once en casa de un amigo y fue un banquete muy ecléctico. Yo acompañé mi té con pan con queso, mientras mi amigo lo hacía con completos (ver más adelante) y su madre se bajaba los fideos que habían quedado de la colación (ver también más abajo). Según cuenta la leyenda, "tomar once" era la fórmula que los jesuitas o los mineros (depende de la versión) empleaban para decir que iban a merendar, cuando en realidad llenaban sus tazas con aguardiente, palabra que tiene 11 letras.

MANJAR: modo extraño (pero no tanto) de llamar a nuestro "dulce de leche". Tengo entendido que, en México, recibe el nombre de "dulce de cachucha", lo cual en Argentina podría causar serias molestias entre la gente educada.

SOPAIPILLAS: son parecidas a lo que, en Argentina, llamamos "tortas fritas". Las reinas de los días de lluvia. ¿Quién no sueña con ellas en los días en que la tormenta arrecia? La versión chilensis suele llevar zapallo en su preparación. Es optativo espolvorearlas con azúcar (no así en Argentina) y, de ese modo, se las llama "sopaipillas pasadas". Parece que su nombre viene del árabe "sopaipa", que significa "masa fina".

CALLAMPA: básicamente es un tipo de hongo comestible, las setas. Pero en Chile, se habla de "poblaciones callampa", lo que en Argentina llamamos "villas miseria" o simplemente "villas". O sea, barrios sumamente irregulares y míseros (en Uruguay reciben el pintoresco mote de "cantegril"). El nombre refleja la rapidez con la que se reproducían (de la noche a la mañana) éstos sectores poblacionales marginales.
La palabra callampa también suele usarse como sinónimo de poca valía ("valís callampa" suelen decir los chilenos cuando quieren insultar a alguien).

GUAGUA: sencillamente, bebé.

HUEVÓN: aunque los chilenos en realidad dicen "weón". Este adjetivo es sinónimo perfecto de nuestro "boludo". Inicialmente fue un insulto muy procaz, pero hoy en día, ha pasado a ser una muletilla de los jóvenes, que lo intercalan en cualquier frase (tenga que ver o no con el contexto) dos o tres veces por lo menos.

CURAO: Estar curao en Chile es estar borracho. Se suele decir que uno está “muerto 'e curao” o “curao como piojo”. A su vez, existen otras formas de decir que uno está pasado de copas en Chile: estar huasqueao, estar chamberlain (eso es estar medio alegre con el trago, sin llegar a estar borracho), copeteao (puesto que al trago se le dice copete), cocido o arriba de la pelota. En Argentina se dice curda.

COPUCHAR: se trata de un verbo que denota el acto de hablar mal de otras personas, de la chimuchina, el cotorreo, las habladurías de pasillo y todo aquello que se dice tras las espaldas. Quien copucha es un copuchento. En Argentina, se dice "chusmear" (y "chusma" al que chusmea), pero no tiene necesariamente la carga maliciosa que tiene el vocablo chileno.

Por hoy, nada más. Ya volveré a charlar sobre los modismos chilensis. La lista es muy extensa y curiosa. Si algún chileno se anima a completarla en los posteos, será bienvenido.

Desde las primaverales callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires, se despide Víktor Huije. Simplemente eso.

3 comentarios:

Gustavo López dijo...

Se agradece!!

Anónimo dijo...

No hay por donde, Guz
jajajaja

Gustavo dijo...

Chucha...¿Y el paletó weón?

Novelas de Carlos Ruiz Zafón