miércoles, 17 de enero de 2007

SABIDURÍA


- A los 9 años aprendí que la profesora me preguntaba solo cuando yo no
sabía la respuesta.
- A los 10 aprendí que se podía estar enamorado de más de un chico a la vez.
- A los 12 aprendí que, si tenía problemas en la escuela, los tendría más grandes en casa.
- A los 13 aprendí que, cuando mi cuarto quedaba justo como a mí me gustaba, mi mamá me mandaba a ordenarlo.
- A los 15 aprendí que no debía descargar mis frustraciones en mi hermano menor porque mi padre tenía frustraciones más grandes que las mías y la mano más pesada.
- A los 17 aprendí que se podía tener sexo con más de un chico a la vez.
- A los 19 aprendí que era más lindo tener sexo con solo uno a la vez.
- A los 20 aprendí que se puede hacer muy feliz a alguien con solo usar la boca.
- A los 21 aprendí que no se cometen muchos errores si se mantiene la boca cerrada.
- A los 22 aprendí que los grandes problemas empiezan pequeños.
- A los 25 aprendí que JAMÁS debía elogiar la comida de mi madre cuando estaba comiendo algo cocinado por mi pareja.
- A los 27 aprendí que el título obtenido no era la meta soñada.
- A los 28 aprendí que se puede hacer en un instante algo que te pude doler toda la vida.
- A los 36 aprendí que siempre que estoy viajando me gustaría estar en casa y que siempre que estoy en casa quisiera estar viajando.
- A los 39 aprendí que podés intuir que tu pareja te ama cuando (en el colmo de las miserias) quedan solo dos galletas y él elige la menor.
- A los 42 aprendí que, si estás llevando una vida sin fracasos, es porque no estás corriendo los suficientes riesgos.
- A los 45 aprendí que niños y viejos son aliados naturales.
- A los 55 aprendí que es absolutamente imposible tomarse vacaciones sin engordar por lo menos cinco kilos.
- A los 60 aprendí que es razonable disfrutar del éxito, pero que no se puede confiar demasiado en él.
- A los 63 aprendí que no puedo cambiar lo que pasó, pero puedo dejarlo atrás.
- A los 65 aprendí que la mayoría de las cosas por las que me he preocupado jamás han sucedido.
- A los 67 aprendí que si esperaste a jubilarte para disfrutar de la vida, esperaste demasiado tiempo.
- A los 71 aprendí que nunca debes irte a la cama sin haber resuelto la pelea.
- A los 72 aprendí que, si las cosas van mal, yo no tengo por qué ir con ellas.
- A los 76 aprendí que envejecer es importante.
- A los 91 aprendí que amé menos de lo que hubiera debido.
- A los 92 aprendí que es mucho todavía lo que tengo por aprender.



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Para los HDP que están pensando en lo viejo que estoy por haber alcanzado tal grado de sabiduría, les comento que este texto lo transcribí de un mail que alguien me envió en estos días. Yo le llevo alguna ventaja al autor (fuere quien fuere): A LOS 44 YA APRENDÍ QUE ME FALTA MUCHO POR SABER.

Dentro de unos días cumplo los 45 y seguro aprenderé algo más hasta entonces. A ver... la cuatro operaciones básicas ya las sé... también sé atarme los cordones de los zapatos... sé cocinar (aunque se me vaya la mano con la sal)... Sé bastantes cosas.

Tal vez me falte aprender a ser un poco (solo un poco) más tolerante con el mundo... o aprender que tal vez la felicidad esté un poquito sobrevalorada... o que no siempre se presenta en el envase que a mí me gustaría...

Todas son incógnitas.

Sobre todo si tenemos en cuenta que, cuando te sabés la respuesta, ya te han cambiado la pregunta.


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Eso ha sido todo por hoy. Desde las callecitas de la siempre misteriosa Ciudad de Buenos Aires, se despide Víktor Huije, un cronista de su realidad que nunca le cierra la puerta al saber.


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3 comentarios:

Gustavo López dijo...

Te hacía madurito, pero no más de 70 años...

Gustavo dijo...

Creo que tanto vos como yo hemos aprendido casi todas estas cosas aunque no tengamos 90 pirulos.
Lo que trato de aprender día a día, es a vivir el momento presente. Pero me cuesta, y creo que es la lección que más vale la pena aprender.

Un abrazo.

PD: Me falta aprender a hacer el amor con dos mujeres a la vez, así que si sabés de un par que den clases...

Anónimo dijo...

Guz: ¿no te estarás enlistando entre los HDP que mencioné en el artículo no? ja ja ja.

Gustavo: Todo se aprende, tarde o temprano. Ahora, eso de aprender a hacer el amor con más de una mujer... yo ya eliminé los mariscos de mi dieta, pero supongo que no han de faltar las profesoras ad hoc por Montevideo. Si no, en Buenos Aires vas a encontrar a montones por la calle Godoy Cruz, ja ja ja.

Novelas de Carlos Ruiz Zafón