viernes, 7 de diciembre de 2007

Adios al adversario


Era un tipo de carácter fuerte. Testarudo e intransigente. Poco afecto a la autocrítica. Soberbio y personalista. Pero al mismo tiempo fue una persona emprendedora y voluntariosa. Era una máquina de ideas, aunque no siempre hallara el mejor cauce para llevarlas a buen puerto. Era directo y sin medias tintas. Carismático y (al fin y al cabo) bienintencionado.

La militancia nos unió y nos distanció al punto de que él llegara a considerarme su enemigo. Muchos pensarán que, ahora que alcanza la aureola de los que ya no están entre nosotros, intento aliviar mis culpas por haberme opuesto a sus métodos desprolijos y a ciertas posturas ideológicas contrarias a nuestra lucha por los derechos LGTB. Nada de eso. En el terreno de las ideas no hay lugar para las culpas. Mi visión de su persona y de sus procederes no han cambiado en absoluto. No voy a decir que era un gran ser humano. Pero lo que sí voy a decir es que no fue peor que yo. O que tantos otros que hoy han de llenarse la boca con panegíricos y loas después de haberlo vituperado sin miramientos.

Escudado detrás de su humor sanguíneo, cometió muchos errores de los cuales nunca se hizo cargo. Pero simultáneamente fue el motor de un proceso que apenas comienza y que apunta al pleno respeto de la diversidad en el ámbito de la provincia de Buenos Aires. Una diversidad que, en su propia y humana contradicción, él mismo no terminara de aceptar en muchos aspectos. El de la diversidad de opinión, por ejemplo.

Sin embargo, será por lo menos necio (cuando no ruin y mentiroso) aquel que niegue los méritos del hombre que un día logró reunirnos a los gays y a las lesbianas del oeste y convencernos de que vale la pena trabajar por nuestros derechos. Por nosotros mismos.

Yo no creo en otras vidas, ni en reencarnaciones, ni en infiernos, ni en paraísos; por eso es que lamento no haber podido decirle esto que digo en persona y lejos de las intemperancias que a veces nos impone la tribuna pública. No como tregua o pedido de bandera blanca, sino como un acto de reconocimiento entre adversarios y no entre enemigos.

Nuestra relación discordante y tempestuosa me impide dar mayores detalles de los hechos pero dicen que en el día de ayer, 6 de diciembre de 2007, en horas de la tarde, falleció Pablo Galiñanes Mbarak, "el Turco", uno de los fundadores y presidente de GLOBA Diversidad (Gays y Lesbianas del Oeste de Buenos Aires), un tipo como todos, con virtudes, con aciertos, con errores y miserias, que alzó su voz en nombre de todas y de todos, dándonos lugar al aplauso o a la confrontación y, en consecuencia, allanándonos el camino para plantar nuestras convicciones frente a la homofobia y la injusticia.

A través de este medio (al cual llegué gracias a la militancia que construimos juntos) quiero presentar mi sentido respeto a su memoria.

Víctor Humberto Ramírez
Viernes 7 de diciembre de 2007


4 comentarios:

Leonardo Galiñanes dijo...

Quizas estuvimos distanciados unos anos por esas cosas de la vida q no se explican, sin embargo en el momento que me necesitaste, ahi estuve, acopanandote y aceptando todo como era (quizas por ese miedo tuyo estuvimos ese tiempo sin vernos). Sin embargo y pese a que no te lo pude decir, te qiero mucho y te vamos a extranar, yo (tu hermano leo), tu cunada y tu mama. Te amamos y siempre te vamos a recordar. Seguramente hoy estes junto al abuelo y a aquellos que te quisieron aca en este planeta. Segui alla como aca. Algun dia nos encontraremos de vuelta y hablaremos otra vez. Te amamos "turco".

Anónimo dijo...

Estoy apenado, no esperaba que ocurriera pese a lo complicado que sabíamos venía ese tema de la salud del turco. Lo vi la última vez en la platea de Defensores de Belgrano ese 29 de Septiembre en que los Dogos salimos campeones, quizá te dimos con el gol de Maicon una de las ultimas ganas de ponerte contento. No estabas bien, te saludé y te agradecí por estar acompañándonos. Hubiera deseado que todos los lunes me siguieses dando la posta en agradio, no podrá ser de ese modo. Los modos a veces no dependen de nuestra voluntad, pero permanecerá el recuerdo. No te conocí mucho, no opino entonces profundamente, pero lamento, lamento mucho que resultara así.

Araña Patagonica dijo...

que doloroso, al margen de las diferencias, que un luchador se haya ido tan pronto..

te mando un beso grande, y que estés bien

Gustavo López dijo...

El tema da mucha tela para cortar.

El oeste del Gran Bs As fue testigo de alguien que convocó a gays y lesbianas, que hizo que muchos se conozcan, interactúen, generen proyectos.

Gracias por lo bueno.

Lástima que las cosas se hayan dado del modo en que ocurrieron. Se hubiera podido caminar mucho mucho.

Novelas de Carlos Ruiz Zafón