viernes, 16 de febrero de 2007

YA PASÓ


Allá por la década del '70, Vox Dei, el célebre grupo de rock nacional (uno de los pioneros) cantaba aquello de "todo tiene un final, todo termina", tema que en las últimas semanas estuvo muy presente en mi mente a raíz del deseo de que los preparativos del "San Valentín Diverso" culminaran de una vez, llegara el bendito día y yo pudiera descansar como corresponde. Como era de prever, mis deseos se cumplieron.

Después de semanas de arduos preparativos, en la noche de anoche (con apenas media hora de retraso respecto de la hora pautada) Bellota y yo iniciamos el recital. Temprano habíamos instalado la sencilla escenografía que habíamos preparado el domingo a partir de una genial idea de Fernando, nuestro ideólogo, maquillador y presentador de cabecera. Luego vino la sesión de terapia de grupo para calmar las tensiones, la selección final del vestuario y la tortuosa sesión de maquillaje con la que Fer hizo el milagro de quitarnos una decena de años a cada uno.

La noche estaba espléndida. Buenos Aires se portó de maravillas con los enamorados este año. Un día radiante y una noche cálida que se prestaba al paseo bajo las estrellas.

Tras una muy especial presentación de Fernando, el recital comenzó a dúo con "Una Canción Diferente" y el público aplaudió con ganas aquello de "... necesito más libertad". Después (como todo recital dedicado al amor que se precie) vinieron los boleros. Porque nosotr@s también tenemos nuestros boleros, muchos boleros dedicados al amor que no osa decir su nombre. Para muestra, interpretamos solo tres: "Escándalo", "Pecado" y "Soy lo prohibido". Este último lo pueden ver y escuchar en la voz de Bellota Caravaggio aquí mismo:


Pero las canciones de amor no terminaron allí. Llegaron entonces aquellas que (con no poca nostalgia) rememoran nuestros inicios. "Amor de Juventud" (el tema de Pedro Aznar que le canta a todos los amores de juventud sin excepción), "Arráncame la vida", "El sol no da de beber" (de Silvio Rodríguez, que a pesar de su homofobia escribió más de una canción que nos identifica), "Palabras de amor" (de Serrat que en su versión original no tiene nada que ver con lo gay pero nosotros hicimos una versión libre) y "Puerto Pollensa" (después de tantos años por fin me di el gusto de cantar esta canción en un escenario!!!!!!). En los próximos días subiré a Youtube algún video de esta sección.

Y como no todo es rosa en el amor, también tenemos nuestras canciones de barricada en las que le cantamos a esos amores contrariados por los recelos de la sociedad: "Si tú me miras" (un tema de Ale Sanz que me gustó desde el primer día en que lo escuché), "Por quien merece amor" (otra vez Silvio), "Mujer contra mujer" (con la letra original de Mecano, que es mucho más explícita que la de Sandra y Celeste) y "Herido de amor" (el poema de Lorca magistralmente musicalizado por Serrat).

A continuación (antes de que la platea se durmiera con los temas melosos y tristes) arremetimos con los amores de celuloide. Porque el cine nos contó y también nos cantó. Casi siempre con finales tágicos y fatales, pero nos tuvo en cuenta. Me di el gusto de cantar (con el poco salero que natura me ha dao) uno de los temas más representativos de ese ícono gay que fue "Las Cosas del Querer": "Te lo juro yo" (el video lo subiré en estos días) y le di paso a Walter, quien interpretó magistralmente dos canciones DE PELÍCULA, propiamente dichas: "My Funny Valentine" (de "EL Talentoso Sr. Ripley") y "The Maker Makes" (de la conmovedora "Secreto en la Montaña", con camisa leñadora incluída, como la que el personaje de la peli guardaba en el ropero).

Y para el final guardamos lo más putanesco que se nos ocurrió. En un recital de amor gay/lésbico no podía faltar Freddy Mercury. Walter se le atrevió a "Somebody to love" y ¡todo el mundo lo aplaudió a rabiar! Ya liberado de todos los complejos y los "frenos inhibitorios" se compenetró en el personaje y cantó con todas sus ganas aquello de "Can anybody find me somebody to love?". Luego llegó mi turno de atrevérmele al inglés y (disfrazado de Elton Jhon) hice mi versión de "Don't let the sun go down on me" también con muchas ganas porque yo también "por más que me busco, siempre veo al mismo" (también hay video).

Y para terminar, un himno. No estrictamente gay, pero una canción que resume todo lo que las almas libres pueden desear: "Te quiero", el poema de Benedetti musicalizado por Alberto Favero. Y todos los presentes cantaron con nosotros:


"Te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos".
Una noche mágica, no tanto por la calidad de las interpretaciones sino por la emoción compartida y el amor que estuvo presente en cada verso, en cada silencio y en cada aplauso.

Eso ha sido todo por hoy. Desde las callecitas de la siempre misteriosa ciudad de Buenos Aires se despide Víktor Huije, un cronista de su realidad que anoche ha pasado una de las veladas más maravillosas de su controvertida historia.

3 comentarios:

ReinaDeSalem dijo...

Parece que estuve allí..., fuí imaginando cada momento de ese día...

Me alegro de que ocurriera tan bien como esperabas..., me alegro de esa magia...

Mil besos.

Gustavo dijo...

Hola Victor,
Soy Gustavo desde Islandia. Muy interesante tu blog; felicitaciones por tu actuación en el día de San Valentín.

Gustavo López dijo...

Lamento no haber podido pasar ese día por Musas. Pero el laburo de ese día y el siguiente me lo impidieron.
Igual felicidades a los dos!

Novelas de Carlos Ruiz Zafón