viernes, 1 de septiembre de 2017

El leproso del aula


Cursaba la dictadura y yo el colegio religioso, detrás de cuyos muros se vivía una cotidianidad apacible en la que la muerte, las desapariciones y el programa de destrucción de la economía, basado en la toma ilimitada de deuda, no tenían entidad, no tenían nombre, ni algún otro sentido para nosotros que no fuera dado por los medios de comunicación en manos de los grandes depredadores ni, por tanto, en la familia burguesa. Las hostias y las caricias del señor B, ese rector que años después debió responder por abuso sexual, encarnaban en el alumnado lo real siniestro del país. Éramos impermeables a la catástrofe extramuros. Hasta que una tarde el silencioso chico Vázquez pronunció en la clase de religión la palabra pobreza, en relación a las villas miseria. Villas miseria y la opción del cristianismo por los siempre olvidados. La Biblia Latinoamericana, según ellos un engendro marxista, se coló en la respuesta indignada del profesor y en la mirada aterrada de todos nosotros. Vázquez estaba infectado de alguna horrible verdad. Como si se hubieran roto los vidrios de las ventanas entró el lenguaje como un ángel a confundir al alumnado, trajo con la verdad el pensamiento, y con este el acuerdo y el desacuerdo. Por un momento el colegio se sustrajo al desierto y arrojó luz sobre las fosas comunes y el ajuste eterno sobre los desposeídos. Si hubo alguien que quiso mantenernos en la oscuridad fue aquel profesor que se negaba a mencionar a los pobres como hoy el poder pretende que los docentes hagan en relación a la desaparición forzada de Maldonado. En aquel momento, como en este, pretendieron que los derechos humanos no tenían relación con la educación de los chicos. Ojalá que en nuestras escuelas crezcan más leprosos que piensen y no se callen lo que piensan.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en informar a los alumnos sobre sus derechos y formarlos de tal manera para que los conozcan y los hagan valer y respetar. No estoy de acuerdo en politizar la desaparición de este Maldonado porque no es el único que desaparece en un gobierno democrático. Además no sabemos si fue asesinado como le ocurrió al fiscal Nisman. Informar sí. Formar también. Adoctrinar no. Con los alumnos no. No es la función de un docente.

Anónimo dijo...

Una persona bien educada, cuando da una opinión, se identifica.

Anónimo dijo...

Estoy realmente muy feliz por mi vida; Mi nombre es Vargas cynthia maye, nunca pensé que viviré en la tierra antes de que acabe el año. He estado sufriendo de una enfermedad mortal (VIH) por los últimos 5 años ahora; Había gastado mucho dinero de un lugar a otro, de iglesias a iglesias, los hospitales han sido mi residencia diaria. Constante controles hasta han sido mi afición no hasta el mes pasado, estaba buscando a través de Internet, vi un testimonio sobre cómo DR. Ben ayudó a alguien a curar su enfermedad de VIH, rápidamente copié su correo electrónico que es (drbenharbalhome@gmail.com). Hablé con él, me pidió que hiciera ciertas cosas que hice, me dijo que él va a proporcionar La hierba a mí, lo que él hizo, luego me pidió ir a un chequeo médico después de algunos días después de usar la curación a base de hierbas, estaba libre de la enfermedad mortal, sólo me pidió que publicara el testimonio a través del mundo entero, fielmente am Haciéndolo ahora, por favor hermanos y hermanas, él es grande, le debo en mi vida. Si usted está teniendo un problema similar acaba de enviarle por correo electrónico (drbenharbalhome@gmail.com) o simplemente whatsapp él en: 22893464014. También puede curar enfermedades como el cáncer, diabéticos, herpes. Etc. Puede contactarme en el correo electrónico: vargascynthiamaye1995@gmail.com

Novelas de Carlos Ruiz Zafón